miércoles, 8 de agosto de 2007

En torno a la Educación para la Ciudadanía

Totalmente de acuerdo con Gregorio Peces Barba


Artículo de opinión publicado en EL PAÍS de 7-8-2007

El presidente del Gobierno, en el Congreso de las Juventudes Socialistas, ha contestado con contundencia a la posición de los obispos y de la jerarquía católica española contra la asignatura Educación para la Ciudadanía. Ha dicho que no se puede contraponer la fe a la ley en una sociedad democrática como la nuestra. Menos se pueden oponer las ideologías temporales sustentadas por esas jerarquías que asumen una cultura tradicional antimoderna y clerical que se opone a muchas conclusiones legales del Estado democrático, y que pretenden vender como la verdad que nos hace libres.
Ahora toca Educación para la Ciudadanía, antes fue el divorcio, el aborto, la enseñanza de la religión, el matrimonio entre homosexuales, la Ley de Educación e incluso dimensiones de la financiación que les parecen insuficientes.
Desde una arrogancia extrema, una sensación de impunidad y un insufrible sentido de superioridad, derivada de que administran "verdades superiores", llevan años desafiando a las autoridades legítimas, a la Constitución y a la ley intentando imponer sus criterios frente al interés general y a la soberanía popular residenciada en el Parlamento. Frente a esas actitudes, el Gobierno ha tenido una política de moderación. Ha evitado las confrontaciones y ha retirado los aspectos más delicados del programa de Educación para la Ciudadanía, aunque están aprobados por leyes del Parlamento. Ninguna de esas actitudes ha calmado la beligerancia de los cardenales y de los obispos, que siempre buscan nuevos conflictos para la confrontación.

Gregorio Peces-Barba Martínez es catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se pueden decir las cosas más claras que como lo hace Peces Barba. Es fácil como socialistas o simplemente como personas con valores democráticos , identificarse con él. El problema es que gran parte de la ciudadanía hace una lectura diferente de la postura de la Iglesia porque no percibe la deshonestidad y la mentira que encierra. Porque el sentimiento religioso, tan firmemente arraigado como metódicamente impracticado, permite que el mensaje reaccionario de la jerarquía eclesiástica se infiltre en la masa social, creando reticencias y desconfianzas. Y por eso la postura socialista se convierte en una herramienta utilizada por la derecha para espantar a la ciudadanía, invocando la irracionalidad y el falseamiento histórico.Por eso hay que hacer más pedagogía, mas divulgación, no dando nada por hecho al creer que es todo tan evidente que nadie lo pone en duda.